Jhoss Marulanda.
Jhoss es Comunicador Audiovisual de la Universidad de Antioquia (Colombia). Ha trabajado en los últimos diez años en television y generación de contenidos audiovisuales, y también haciendo proyectos fotográficos. Ahora es uno de mis invitados para hablar de su trabajo "Oro Rojo" sobre los recolectores de café en su país natal.
Jhoss:
El café no solo es parte de los paisajes de Colombia, sino también de sus sabores, su gente, su identidad. El vínculo entre los colombianos y este grano es tan profundo que se crean relaciones sociales muy estrechas entre recolectores, empresarios, y consumidores, amantes de su sabor.
Sin lugar a dudas, los recolectores de café son las personas más importantes en esta industria, pues comprenden mejor que nadie el valor que posee. El café rojo es recolectado para llevar dinero a sus hogares y, a la vez para mantener viva una tradición casi tan antigua como la misma Colombia. Ellos, los recolectores, la gente del campo, han dejado las ciudades para pasar toda una vida recogiendo oro rojo para un mundo sediento de café.
Realicé esta serie fotográfica mientras trabajaba haciendo un video publicitario sobre la exportación de café colombiano. Para el proyecto audiovisual éramos 5 personas, dos realizadores audiovisuales, dos productores y un asistente...y mientras trabajaba me di cuenta del importante papel que cumplen los recolectores, y empecé a hacer estas fotografías. Para hacer nuestro trabajo viajamos a Atánquez y a Fredonia. En Atánquez vive la comunidad indígena de los Kankuamos, en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Departamento del Cesar.
Los Kankuamos trabajan recogiendo café, caña de azúcar, plátano, aguacate, mango. Pero lo que más producen es panela y café.
Cuando llegué al pueblo de Atánquez fue muy agradable encontrarme con la cultura indígena, conservan aún muchas de sus tradiciones y habían algunas restricciones a la hora de tomar fotografías por respeto a sus rituales. Allí hay familias que llevan generaciones recolectando café.
También fuimos a la finca de San Cayetano, en Fredonia, una empresa que produce café a gran escala y que esta ubicada a una hora y media de Medellin. Ellos son los pioneros del café antioqueño y tienen grandes hectáreas de terreno como podemos ver en la siguiente foto:
Los recolectores trabajan por las mañanas y al medio día llevan sus sacos para ser pesados y saber cuántos kilos ha recogido cada uno. Entonces dependiendo de esto se les paga. Cuantos más sacos recojas, más paga tendrás.
Juan José Ibarra es recolector de San Cayetano. "El café para mi significa muchas cosas, significa mi propia vida porque he vivido del café durante muchos años y mi familia también. No debemos dejar morir la tradición del café porque de eso dependen muchas vidas, no solo la de nosotros los recolectores, sino de mucha más gente"
Los recolectores hablan muy bien del grano de café, les agrada el saber que su trabajo le proporciona felicidad a mucha gente.Tienen mucho respeto hacia el café, porque es su sustento, lo que les da de comer.
En esta foto podemos ver a los recolectores esperando a que les pesen sus sacos.
Es importante que el grano que se recoja sea siempre rojo, pues esta es una de las exigencias que demuestran la calidad del producto.
La comunidad indígena de los Kankuamos produce su café y lo venden en Valledupar, la ciudad más cercana. Ellos trabajan, venden y todo lo reparten entre su población.
También participan en varios concursos nacionales de café y forman parte de la Federación de cafeteros de Colombia que se encarga de comprarles el café y exportarlo a otros países.
Una de las cosas más me llamó la atención cuando llegué a Atánquez fue ver cómo la población tenían afuera, en la calle, el grano de café secándose al sol.
Realmente Colombia tiene una gran tradición cafetera que recorre todo el país.
Yo he visitado muchos puntos cafeteros, y siempre me he encontrado con que todas las comunidades que trabajan el grano de café, tratan este fruto con mucho amor, es su fuente de trabajo, es el campo, es la vida y la recocha que hacen los recolectores mientras están cogiendo el grano.
Para mí lo más importante es el trabajo del recolector, porque son los que pasan la mayor parte del tiempo entre los cultivos de café, en el campo.
En esta foto podemos ver a Iván, indígena Kankuamo, recolector de café en Chemesquemena. Una vez que recogen el grano, lo llevan a Atánquez para tostarlo.
Para realizar mis fotos trabajo con una cámara Canon 7D y otra 6D. En algunas ocasiones utilizo un flex. Para la edición de mis fotos suelo trabajar con Lightroom. Mi amigo Edinson Arroyo me ayudó con la selección de las fotos, ya que fueron publicadas en la revista Monocromo, aquí en Colombia.
Pues para los estudiantes el mejor consejo que les puedo dar es que no les dé miedo fotografiar y que afronten sus propios proyectos. A veces se siente el miedo de no saber si uno es capaz de hacer algo, pero hay que arriesgarse para ganar, perder la timidez con la cámara, salir a experimentar.
Jhoss.
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